El cambio de conducta tanto alimentaria como en el estilo de vida parte desde el análisis y la identificación de eventos relacionados con el consumo de alimentos, el ejercicio, o los pensamientos inapropiados sobre la alimentación (falsas creencias).
Es necesario que el individuo aprenda a identificar estos momentos para luego poder emprender el camino del cambio.
Reducción de peso
En la reducción de peso como en el cambio hacia una alimentación saludable, es fundamental y un pilar esencial la identificación de los malos hábitos alimentarios y del estilo de vida. Son estos los que ayudarán durante el tratamiento dietético a lograr resultados como así también son los que colaborarán luego de lograr el objetivo, a mantener en el tiempo los resultados alcanzados.
Por todo esto es muy importante tener en cuenta, por ejemplo:
- La cadena de sucesos que preceden al consumo de alimentos y la clase de alimentos que se consumen. Es muy importante en estos momentos percibir e identificar los indicios de saciedad comiendo más lentamente.
- Identificar y revertir los pensamientos negativos que pueden derivar el abandono total del esfuerzo. Estos suelen aparecer cuando se ingiere algún alimento que esté fuera de la dieta. Pueden crearse unos monólogos internos destructivos que se pueden identificar y cambiar por positivos “hoy no hice del todo bien la dieta pero ahora mismo continuaré comiendo saludablemente”.
- Modificación completa del estilo de vida. Las personas con una obesidad leve son las que generalmente son las que lo logran en mayor proporción. A su vez, los individuos que realizan tratamientos dietéticos prolongados son los que mejor mantienen los buenos hábitos en el tiempo.
Mantener un estilo de vida saludable
Mantener un estilo de vida saludable en el control de peso es sumamente importante como para no tenerlo en cuenta y pretender cambios a largo plazo. Poco éxito tendrá una dieta que no haga hincapié en este sentido. Los resultados se pueden llegar a ver pero en el corto se vuelve a recuperar el peso si no se produce dicho cambio.
El Nutricionista-Dietista es el que puede ayudar a poner en marcha los mecanismos adecuados para modificar malos hábitos tanto alimentarios como de vida.